QUIERO COMPONER UN VERSO... Quiero componer un verso con ramos de primavera entretejido de olivo y verde como la hiedra. Quiero cantarle a la vida que me regalas ardiente y unirme a la travesía del sol que muerde el poniente. Danzar danzas de cometa y cruzar el universo volverme una estrella inquieta en la lira de tus versos. Quiero soñar lo impensable y pensarte hasta en mis sueños remontarme a lo deseable y desear lo que contemplo. Subir hasta las estrellas en el canto de un jilguero admirar las cosas bellas y decirte que te quiero. Decirlo desde mi nada y ofrecerte mi pobreza besarte con la mirada y contemplar tu Belleza. Ser el alba de tus días y luz en tus ojos puros mar azul y travesía que tu horizonte hace suyo. Perfumar en tu presencia olor de ilusiones nuevas y ser aroma de ausencia que implora su primavera. Brote del calor primero que en tu sol surge imperante y el jazmín que el jardinero cultiva para gozarse. Ven pronto que yo te espero! el huerto está florecido, iluminado el almendro y ya cuajado el olivo. Maduraron los naranjos hay viñas que ya dan vino y un aroma de manzano perfuma el paso divino. El prado se ha renovado tapizado está de lino para recibir tus pasos y acariciar tus tobillos. Hay licor en los cerezos y a sus pies crecen los lirios frescura ofrecen los fresnos, los tulipanes, cariño. Y cuando llega la noche su suavidad de rocío refresca el prado y esconde un anhelo que hace mío. El deseo de ofrecerte en un silencio de luna el ansia de poder verte y contemplar tu figura. Ella sabe que es su muerte la luz de tu cuerpo en gloria y clama por conocerte pues presiente tu victoria. Pues nuevas todas las cosas en tu luz que no se apaga encenderán la alborada en la que el cielo se goza.
SOY LA NOSTALGIA DEL CIELO... Soy la nostalgia del cielo en la penumbra el ocre de un castaño en el otoño el crujir de sus hojas y el insomnio de la tierra que aguarda al que la alumbra. El canto de los grillos en la noche la sombra de los cedros en el bosque el aroma de un pino que se esconde y la luz de una luma en su derroche. La quietud de las aguas al sereno en el lago que cobija la montaña el volcán que lo acoge en sus entrañas y el trébol que acaricio con mis dedos. El canto de las aves que te llaman y el verde de los tilos florecidos la mano acogedora de un amigo y música al volar de las campanas. Un anhelo que surge de la tierra y la plegaria que quema en el incienso la emoción de vivir cuando te pienso y el sabor peculiar de las almendras. El horizonte de la pradera ilimitada y el sueño de un cielo en las estrellas el gusto al contemplar las cosas bellas y la voz que te llama en la alborada. Soy búsqueda y camino recorrido peregrino de un Amor que va adelante la mirada que busca tu semblante acción de gracias a Dios por lo vivido.
SI EL MUNDO SE SALVARÁ POR LA BELLEZA... Si el mundo se salvará por la Belleza el esplendor de un rostro redimido será la prueba del Amor que lo ha querido rescatar del dolor de su pobreza. Un cuerpo que recupera su armonía en que el cosmos esconde su grandeza partícula que encierra la nobleza de la creación que canta su alegría. Su belleza será clara como el cielo en la mañana del Domingo que esperamos en el día de la gloria que habitamos y el sol que manifiesta tu consuelo. Desvelará la belleza su misterio en el rostro del Amor resucitado el que condensa la mirada del Amado que me transporta más allá del universo. Belleza de sus ojos transformados en el santuario redimido del encuentro mirada en que la gloria hace su templo para acoger al hombre rescatado. Oh belleza de Dios que te derramas en el Amor donado para siempre Oh fuego del Amor que nos enciende en la llama del Amor en que nos amas. Oh Espíritu de Dios que nos envuelves en la armonía de tu brisa protectora, Oh rayo del sol que me enamora cuando al centro del misterio me devuelves. Tú eres el brillo que la aurora transfigura y en el rostro de tus santos resplandece el alba que mis fibras estremece al alma del Amor y su ternura. Energía divina que se enciende en las pupilas vivaces de los niños la chispa que los llena de cariño la luz de su sonrisa que se extiende. Epifanía del sol en la materia que manifiesta su esencia transformada esencia de su luz transfigurada y realidad más profunda de la tierra. Eres el sello divino en la criatura la impronta de su ser en las entrañas te impones más que el cielo o las montañas y transparentas en las flores la hermosura. Emoción de trinitaria melodía de un Amor eternamente compartido del Amor auto donado y trascendido manifestando su luz y su armonía. Razón de la existencia de mis ojos creados para abrirse a la belleza razón de mi sentido y su pobreza ornamento divino del Esposo. Esencia del Amor crucificado transparencia del Amor de un Padre bueno resplandor de la gloria de su seno esplendor del Amor resucitado. Oh belleza de la luz que da la vida de la matriz inigualable de los seres inaferrable epifanía que concedes a la mirada amante el bien que admira. En tu medio la visión se hace presencia en el encuentro de los rostros que se miran porque es el ojo del ser que se ilumina en la mirada que me dona la existencia. Terrible infierno denso de tiniebla la soledad en la ausencia de mirada el solipsismo clausurado de la nada en la mirada sin encuentro que se encierra. Oh luz que manifiestas la belleza entretejida en el color de mi existencia tu revelas en los rostros la presencia del cielo en que se esconde la pureza. Oh belleza que eres luz de la Palabra que el Espíritu del Padre manifiesta revelación primordial del cielo en fiesta eternidad luminosa que me embriaga. Oh luz que embelleces al que en ti se envuelve elevándolo a la altura del misterio divinizando la materia en el cauterio del silencio luminoso en que se pierde. Oh comunión iluminada que revelas el ser más profundo de las cosas la integridad perfecta en que reposa el designio divino y su belleza. Eternidad, contemplación de tu Belleza el éxtasis del tiempo encandilado admiración del Amor manifestado trinitaria dilección en su pureza. Los santos resplandecen en tu gloria y se gozan en tu luz ya rescatados y en sus rostros el Amor resucitado irradia la Belleza en que te donas. Los santos que cantan la Belleza son primicia exquisita de hombre nuevo el coro de las voces que en el cielo entonan tu sinfónica grandeza. Eres la llama intensa que no quema y participa en el ser al ser divino eres el ansia que persigo peregrino el brillo de la esencia que me besa. Dirigías la mano del artista cuando en su luz y tiempos primordiales en el océano pintaba los corales y las olas en mares de amatista. Tú tocabas en los dedos del Amado la música de la creación apaciguada la melodía de una tierra enamorada que se entrega en la mañana a su cuidado. Y diriges del corazón la sinfonía en que los seres alaban su grandeza en el perfume de la naturaleza en que recreas su gracia y armonía.
SUMERGIDO EN EL LAGO... Sumergido en el lago de tu mirar sereno regenerado en la fuente de tus aguas puras siento renacer en mi cuerpo del tuyo la figura que renovada se enciende en la luz de un Padre bueno. Sumergido en la fuente del bautismo que da vida en el Espíritu que baja como rocío sobre el mundo vuelvo a nacer desde el abismo de tu Amor profundo en la intensa claridad de tu luz y tu energía. Y si en mi alma se imprime tu sabiduría la que engendra en el origen el mundo y su misterio una nueva mirada ilumina, de la vida, el cautiverio que se abre, liberado, a tu Amor con alegría. Atmósfera divina que en tu seno se respira el aire en los pulmones que sienten tu frescura la sensación de estar abrazado en tu ternura y el éxtasis profundo de los ojos que te admiran. Es la vida que renueva la Alianza en tu presencia cuando todo canta, de tu Amor, la sinfonía y despliega la mañana en su canción la algarabía la cósmica plegaria que se abre en mi conciencia. Resurrección anticipada en el sol que todo inunda en el calor de tu abrazo que renueva la confianza el ángel de tu voz que consolida la esperanza benévola la tierra que en tu gracia se fecunda. Es brisa tu mirada paternal que todo llena benevolencia y suavidad que el prado reverdece dulzura celestial en que el cielo se enternece caricia de unas olas besándose en la arena. El sí que le pronuncias a un mundo bueno y bello la Alianza de arco iris renovada cada día la aceptación de la plegaria que se vuelve eucaristía anticipo de las bodas en la gloria del Cordero.
SE HA VUELTO EL JARDÍN UN TEMPLO Se ha vuelto el jardín un templo y consagro la mañana. Quemo ramitos de incienso y te ofrezco su fragancia. Un aroma de violetas sencillas que se destacan porque humildes te festejan con el culto de su gracia. Animan los tulipanes el coro que me acompaña y cantan cánones suaves con una voz encantada. Un alelí misterioso te ofrece un sólo de flauta un adagio majestuoso que te consagra entusiasta. El aromo ha construido la cúpula con sus flores y perfuma conmovido un nido de ruiseñores. El altar junto a un aljibe que entrega su fuente fresca es una mesa en que escribe el tiempo nuevos poemas. El sol, sumo sacerdote, de la vida que se alza ofrece la luz del día que a tu gloria se consagra. Y yo alabo contemplando el jardín por la mañana mientras me sigo entregando, a su dueño, en la alabanza. Los zorzales cantan salmos canarios los acompañan y un cardenal enjoyado te alaba con las calandrias. No falta nadie a la fiesta, sacrificio de alabanza, en que la naturaleza entera renovada, a Ti te canta. Sinfonía de los cielos que en la tierra se levanta el trinar de los jilgueros y un aroma de lavanda. Escrito está el Evangelio en el vuelo de las garzas y un Aleluya sublime entona el cisne y su danza. Una misa sin campanas un canto de acción de gracias la eucaristía temprana que en mi jardín se consagra. Un cielo reconciliado que en un momento se abaja y encarna en el tiempo alado la eternidad que lo alcanza. Porque abiertos ya los cielos canta el cosmos su esperanza y comulga el mundo entero en el Amor que lo embarga.
UNA VEZ MÁS EN LA NEVADA... Una vez más en la nevada la caricia del tiempo queme envuelve, tu frescura y tu luz se vuelven nieve suspendida en el aire, suave y blanca. Cuando tu cielo se vierte en abundancia con tus dones que cubren la simiente, fecundas mis raíces desde Oriente en un manto que en silencio se derrama. Baja del cielo la exuberancia de tu gracia, todo envuelve, todo cubre, todo llena y en el manto de su blancura se recrea la luz original que envuelve el alma.
UNA VEZ MÁS, EN LA MAÑANA, EL SOL... Una vez más, en la mañana, el Sol mis ojos llena y con tu luz el alma se ilumina cuando las sombras de la noche se disipan, en tu calor de luz me vuelvo primavera. Lleno de Ti mi corazón se alegra y el ritmo de la aurora, en Ti, palpita, oigo el canto de las alondras que me invitan a alabarte con el coro de la tierra. Despertar en tu luz en la mañana nueva, en las flores que reflejan tu belleza, en los cedros que emulan tu grandeza yen un cielo de mar que me renueva. Dejo atrás el pálido rumor de las estrellas, los sueños que, a oscuras, te adoraban el misterio que en la sombra te guardaba, la luna que enamora las mareas. Y hoy me levanto, peregrino con el viento, a recorrer el camino hacia tu casa, a caminar en tu presencia que me atrapa y me deja cautivo el pensamiento. Hoy estreno el día con el sentimiento de tu Amor providencial que me conduce, de tu presencia universal que me seduce con el aroma delicado del encuentro. Y es por eso que el mundo se transforma en templo de tu Amor universal que lo sostiene, del Espíritu de vida que mantiene tu presencia viva y tu recuerdo. Vivir es alabanza de tu gloria, cada cuál a su manera te proclama, el sacerdocio del cosmos que te alaba y te guarda, viviente, en su memoria. Y este es sólo el anticipo de las bodas, de la liturgia celestial que no se acaba, de la fiesta que me espera en tu morada consumado el Amor y su victoria.
TAMBIÉN EN INVIERNO SALE EL SOL... También en invierno sale el Sol aunque la nieve cubra aún la hierba, aunque el hielo penetre las entrañas de la tierra y el horizonte se sienta lejano de tu Amor. Pasada la noche las nubes se disipan y el aire, a tu mirada, diáfano y sereno toma el puesto que dejara el trueno y en su encanto el universo se suaviza. Un tiempo fugaz que refleja tu sonrisa, tu mirada benévola y amante que en su claridad revela tu semblante y las heridas del frío cicatriza. Un intervalo en el invierno de los días que me llena de luz e invade el alma, el consuelo de tu Amor y de tu gracia que acaricia la esencia de mi vida. Es por eso que quiero darte gracias pues tu presencia todo lo ilumina, son tus ojos, en la nieve, que me miran, los que me inundan de paz en la mañana.
EN LA COLINA, MI AMOR, LA CIUDAD SANTA... En la colina, mi amor, la Ciudad Santa, la meta de mis sentimientos y mis ansias, la pasión de mi dolor, la herida que acompaña el peregrinar por el mundo hacia el Amor. Y en la ciudad del Amor, el Sol de soles, el Cordero en su blancura inigualada, ilumina cielos y tierra con su gracia y su sangre, hecha de luz, recubre el orbe. Y la ciudad se esconde en el Cordero y el Cordero es ciudad amurallada que se vuelve eucaristía celebrada en el altar que envuelve el universo. Y en las olas del Amor del mar que es toda gracia navega la liturgia que consagra el tiempo, el canto de los serafines que me trae el viento y me llena de luz con su fragancia. Y en el misterio puro del pan que es transformado se transforma mi vida en tu misterio, se consuma la historia, se reconstruye el templo, el tiempo y el espacio ya están resucitados.
AMARTE SEÑOR Y CONTEMPLAR TU ROSTRO... Amarte Señor y contemplar tu rostro es encontrar la salvación ansiada, es, por fin, tener el alma reposada sobre el pecho amante de su esposo. Y en experimentar tu Amor eterno se encuentra ya la tierra prometida, la ciudad de la paz y la alegría iluminada por tus ojos tiernos. Es en Jesús, Emmanuel, Dios con nosotros que recuperamos el Amor perdido, en su corazón atravesado y dolorido se abrió la fuente que nos trae el gozo. Su vid nueva como lluvia fresca fecundó de Amor los corazones rotos, ungió la sequedad, iluminó los rostros y germinó, en el páramo, su primavera. Su Espíritu de Amor todo lo llena y recrea el paraíso en lo profundo. Él impulsa la historia y nuestro mundo a la vida que en Ti se vuelve plena. Él es el anticipo de la gloria contemplada, luz divina que ilumina tu misterio, el calor de tu presencia en el invierno y el canto de los hombres que te alaban.
SÓLO TÚ Sólo Tú eres la fuente de la vida que brota desde el corazón del Universo, la llama que te enciendes en mis versos, el torrente de las aguas cristalinas. Sólo Tú, el alimento que perdura, el maná que el Padre nos ofrece, la dulzura de la miel que me estremece cuando entre mis labios derramas tu ternura. Sólo Tú eres la copa embriagadora, el vino de las bodas celestiales, la dulzura y la frescura angelicales, el zumo que enternece y enamora. Sólo Tú, la voz que desde adentro me llamas insistente al desierto solitario para hablarme de amor, para incendiarlo en la hoguera sublime del encuentro. Sólo Tú eres la mirada eterna, la misericordia derramándose a raudales, los ojos del Amor que en manantiales de gracia se abren a mi tierra. Sólo Tú, la hermosura incomparable, la belleza que encandila en su presencia, la pureza que ilumina mi indigencia cuando te contemplo, Señor, para alabarte.
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PLEGARIA MATINAL Sol de la mañana que acaricias con frescura mis párpados, mis sienes y mi frente, que extiendes serenamente tu gloria y en mi mente despiertas la suavidad de tu ternura. Manto de luz, plácido encuentro en que el rocío ofrece su hermosura, brisa matinal, caricias puras, tus manos delicadas en mi sentimiento. Rozas con los dedos de tu gracia la madera del laúd que tu templaste y haces vibrar la cuerda que creaste arrancando melodías de mi nada. Suena las notas de tu canto nuevo la armonía celestial que envuelve el alma. El músico eres Tu, yo tu alabanza; vibrando en tu presencia empieza el cielo.
EN UNA NUBE COMO SOL NACIENTE... En una nube como Sol naciente tu rostro como luz del mediodía, estrellas te rodean, los ángeles que admiran la claridad que de tu cuerpo se desprende. Te envuelves en el manto de la gloria con que el Padre te cubrió antes del tiempo, a tus pies se extiende el firmamento y la tierra proclama tu victoria. Eres la paz y la justicia que esperaba, el juicio que al inocente reivindica, la verdad que la historia purifica, la vida que los profetas anunciaban. Eres el que rescata del olvido la memoria de los testigos que en tu sangre se envolvieron, los que anunciando tu Palabra perecieron y con su muerte proclaman tu victoria. Ahora vuelves, Señor del universo, a consumar tu Reino en nuestras vidas. Tu Espíritu se vuelve nuestro guía y conduce la historia hacia tu encuentro.
QUIERO CANTAR MI AMOR EN LA MAÑANA... Quiero cantar mi amor en la mañana, sumergirme en la luz que trae el día, quiero volverme en ella melodía, decirte que te amo con el alma. Abrir mis ojos a la luz del alba, ser una nota de tu sinfonía, buscar tu rostro con las golondrinas y en un cielo de luz ser alabanza. Lanzarme en tus brazos con confianza y caminar el camino de la vida bebiendo de tus ojos la esperanza. Peregrinar confiado hacia la casa en que preparas las bodas y la dicha de celebrar el triunfo de tu gracia.
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