Poesía religiosa y mística cristiana
AMISTAD EN POEMAS

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AMIGO, SONETO 1

Hoy le canto a Dios agradecido
porque alumbró el camino de mi vida
con su presencia cálida y querida
en el amor cercano de un amigo.

Bálsamo de sentirme comprendido
confidencia de ilusiones y secretos
una ayuda fiel en los aprietos
y el abrigo cándido y sentido.

La palabra justa y anhelada
si dudaba en los cruces de caminos
o como peregrino me cansaba...

la mano que, tendida, me apretaba
compartiendo esperanzas y destino
y en el peregrinar me acompañaba.

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AMIGO, SONETO 2

Amigo es palabra de victoria
que rompe soledades y me arranca
del pozo de la angustia y me levanta
para emprender con él la trayectoria.

La vida que se imprime en la memoria
y se dona, gratuita, en la mirada
libera del abismo de la nada
y perfuma quemándose en mi historia.

El incienso en quien subo al cielo abierto
el infinito mirándome a los ojos
el día en que a la vida me despierto...

resucitando en medio del despojo,
alabando a Dios porque lo encuentro
e el bálsamo suave de su rostro.


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AMIGO, SONETO 3

Es la amistad un ave peregrina
que se posa en mi brazo una mañana
me alegra como el sol en mi ventana
y bendice las horas y los días.

Lluvia fresca si el desierto me calcina
y una nube en mi cielo perfumada
la luz de un nuevo día entusiasmada
y frescura en los pies del que camina.

Es la amistad esencia de la vida
que peregrina su historia acompañada,
la chispa que enciende su alegría,

su música en los ojos entregada,
la pasión de gozarla sin medida,
y el entusiasmo de vivirla en la mirada.

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AMIGO, SONETO 4

Amigo es la pureza de unos ojos
que entienden, sin decirlo, lo que digo,
reparo a la intemperie y el abrigo
de una mirada cálida y un rostro.

Los sueños en el aire compartidos
la soledad disuelta en un nosotros
el misterio de paisajes tan remotos
explorando la vida en el camino.

Es un ángel en el mundo peregrino
la voz que me acompaña suavemente
en los recodos abiertos del destino

y sabe discernir serenamente
la encrucijada de la vida en que me animo
a decidirme por vivirla plenamente.


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AMIGO, SONETO 5

Yo no los llamo siervos sino amigos
porque conmigo están desde el principio
no temieron el mal ni el sacrificio,
la incomprensión, las burlas o el martirio.

Yo les lavo los pies porque he querido
revelarles el ser de un culto nuevo
el servicio al hermano en quien me entrego
libertad para el pobre y oprimido.

Es un culto de eterna eucaristía
en que entrego mi sangre para siempre
por darles de beber mi Amor y Vida.

El Amor que les doy sinceramente
el banquete del Espíritu que ardía
en las entrañas del Padre eternamente.

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AMIGO, SONETO 6

Amigo es en el cielo y las estrellas
poder ver en sus ojos infinitos
es apoyo y columna de granito
emoción que comparte cosas bellas.

Es compañero de viaje y aventura
con quien remonto el río de los sueños
me lanzo a navegar cielos eternos
y construyo la esperanza que perdura.

Es un mar de confianza inquebrantable
y noche de silencio acogedora,
la escucha que comprende imperturbable,

sonrisa de una luz conmovedora,
agua fresca de fuente inagotable
y mirada de paz reparadora.



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AMIGO, SONETO 7

Experiencia de vida compartida,
de ilusiones, de sueños y esperanzas
es el don que cosecha la confianza
y emprende, del Amor, la travesía.

Manantial del que brota la alegría
y perfume de almendras y manzanas
frescura acogedora en la mañana
y luz de un sol radiante a mediodía.

Amigo es comprensión y compañía
y chispa que se enciende en la mirada
tarareando su dulce melodía.

La paz del encuentro acumulada
en don del corazón que se ofrecía
en su mano tendida iluminada.

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AMIGO, SONETO 8

Aliento si la vida me sofoca
y aire de un bosque inexplorado
amanecer de un prado perfumado
y el gusto que el encuentro me provoca.

Velamen de unos ojos navegantes
y el mar en que mi tiempo se desliza
soplo eterno de Espíritu en la brisa
la hondura del Amor en un instante.

Peregrino, conmigo, de horizontes,
caminos siempre nuevos que se abren,
viento liberador sobre los montes,

momentos de ilusión que se comparten.
la voz que desde el cielo me responde
cuando invocamos juntos a Dios Padre.

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AMIGO, SONETO 9

Amigo es sensación de no estar solo,
andar acompañado por la vida,
vivir el paso alegre de los días
descubriendo en el tiempo su tesoro.

Experiencia de ser un peregrino
detrás de una ilusión que se hace estrella,
ser llama de una luz ardiente y bella
en que quema el Espíritu divino.

Es fuego en la mirada en que se quema
el incienso de su dulce compañía;
las horas de la noche que, serena,

acompaña la tierna melodía
del violín que toca su alma buena
en la paz que regala la armonía.

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AMIGO, SONETO 10

Bálsamo que suaviza la tristeza,
el amigo fiel que no se aleja
que comparte la pena que me aqueja
y es ayuda, sostén y fortaleza.

El que enjuga las lágrimas y el llanto
y serena, en la noche, la tormenta,
escucha confesiones y me cuenta
los secretos que anidan en su canto.

Las horas que transcurren a su lado,
caminatas de mar que se confía
en la playa de un tiempo iluminado.

Y el sol que calienta nuestra vida
bendice el camino transitado
con la luz que su Espíritu nos brinda

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LAS LUCES SOBRE EL TIBER...

Las luces sobre el Tiber
y un puente que refleja la nostalgia
la luna con su gracia
y el recuerdo del amor que nos redime.

El aire de romanas caminatas
en las noches tejidas de misterio
un río que acaricia mi recuerdo
y en el agua las luces del puente reflejadas.

Sagrada compañía en el aroma
de tu presencia sintiéndote cercano
la tibieza del sol en una mano
y el brillo de estrellas que se asoman.

La luna está redonda sobre el Tiber
y el vals es una orquesta de campanas
en el puente la vida soberana
y en los ojos una Alianza que se inscribe.

Noches de primavera y paz romana
bendecidas en frescura de rocío
un corazón amigo junto al mío
y en el río la luna se derrama.

La magia de un momento en mi recuerdo
la eternidad en el aliento de una noche
la soledad vencida, el gusto de tu nombre,
y en los labios el sabor de tu misterio.


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AMIGO II

Amigo es importante, trascendente,
en lo profundo del alma un sentimiento
esa persona presente al pensamiento
una música de cielo que se siente.

Porque amigo es confianza y osadía
es decidirse a vivir en el presente
pues es quien llena el tiempo cuando ausente
se queda en el recuerdo y en la vida.

Amigo es el mar de la confianza
en el que se zambullen los secretos
es el arcón sellado que, discreto,
cultiva en su silencio la esperanza.

Es un espacio fiel de confidencia
que comparte el arroyo de la vida
el que conoce sinsabores y alegrías
y espera mi retorno con paciencia.

Amigo es el espacio del encuentro
en el que las cosas se dicen sin palabras
el que adivina las broncas sin nombrarlas
y amansa el huracán con el aliento.

Es el espacio de la fiesta compartida
en el que el tiempo transcurre y no se siente
con quien puedo dialogar tranquilamente
y devanar las horas sin medida.

Amigo es la plegaria en que se juntan
los corazones que Dios une en camino,
compañía de un tiempo peregrino,
y en quien no existen intenciones que se ocultan.

Es fidelidad en la distancia y transparencia
una puerta abierta al absoluto
es el abrazo conteniéndome en el luto
y la riqueza mayor en la indigencia.

Es un regalo de Dios, el gran tesoro,
sin él se vicia el aire que respiro,
prosigo a la intemperie mi camino
y el cielo es más oscuro cuando imploro.

Y con él amanece aunque es de noche,
la oscuridad no vence prepotente,
pues siendo dos el Señor está presente
y el fuego de su Espíritu es derroche.

Amigo es la palabra que regala
Jesús como anticipo de su gloria,
es el Amor presente en la memoria
pregustando la vida que no acaba.

Una experiencia para estar agradecido
al Señor que es dador de toda gracia,
la mano en que se ofrece la esperanza,
la mirada en la que siento que estoy vivo.

Amigo es subir la colina de la vida
de la mano fiel de la confianza
con el paso firme en la esperanza
de llegar a la meta prometida.

Es cultivar un prado de ilusiones
con semillas de pasión por el futuro
regado con Amor y estar seguro
que la constancia cosecha entre canciones.

Sembrar la sencillez y la ternura
en el valle sombrío de los sueños
saber que la esperanza tiene dueño
allí donde se siente su frescura.

Es en el bosque milenario del misterio
explorar las raíces de la vida
y encontrar la dicha que dormía
en la gruta remota del recuerdo.

Caminar por el sendero y en un cerro
contemplar el horizonte inmenso y puro
y extenderse en sus límites seguro
volando por encima de los cedros.

Es mirar un arco iris conmovido
sabiendo que la Alianza aún perdura
cada vez que en el cielo su hermosura
acaricia el corazón agradecido.

Si su lluvia temprana me refresca
y le da de beber al campo seco
es sentir la providencia en ese gesto
en que mi noche celebra que amanezca.

Amigo es el tiempo sin distancia
y la distancia en que el presente se dilata
es estar lejos y sentirse en casa
cuando el recuerdo refresca su fragancia.

Es un mar azul en que distiendo
la mirada sobre el agua de la vida
el reflejo del cielo en que se admira
el color del infinito trascendiendo.

Es la perla preciosa que cultivan
el respeto fiel y la confianza
la profundidad del Amor y la constancia
en el mar de la gracia compartida.

Y es la sensación del puerto ya seguro
mientras dura aún la travesía
el compartir la nave y la alegría
de izarle las velas al futuro.

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AMIGO

Amigo es esa mano que te arranca
desde el abismo hundido en la memoria,
es la fuerza redentora de la historia
y el aliento del amor que me levanta.

Es el rostro benévolo y sonriente
es la sonrisa en la brisa dibujada,
la vida que se dona en la mirada,
amor sin condiciones que se ofrece.

El ritmo de las horas compartidas,
la caminata interior que peregrina
el paso que a la meta se encamina
y el bálsamo suave en las heridas.

Amigo es el momento de lo eterno
que se encarna en la trama de mis días
el que entreteje de calor las melodías
de la música que salva del infierno.

El que exorciza la soledad que me cautiva
y me hace de su vuelo prisionero
el que despierta amaneceres al otero
y aurora matinal cuando me mira.

Incondicional, presente en los momentos
en que las fauces del dolor cruel me devoran
el que sostiene cuando el mundo desmorona
el que llena los pulmones con su aliento.

El que logra adivinar los pensamientos
y sostener en su sentido las palabras
pues se llena el corazón cuando le habla
y puede comprender mis sentimientos.

Un regalo inmerecido y codiciado
la frescura de la brisa en primavera
el rostro en que mi vida se renueva
el umbral de la confianza atravesado.

Es confidencia de las cosas importantes
el arcón en que se guardan los secretos
la hondura del Amor en su misterio
y una fuente cristalina y desbordante.

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DECIR AMIGO

¡Qué difícil es hablar de la amistad sino imposible!
Como difícil es hablar del amor
y describirlo.
Así sucede al querer pronunciar
una palabra
tan honda y tan profunda
tan misteriosa y plena
y a la vez,
tan ambigua y manoseada.
¡Qué difícil es
decir amigo!

Y difícil como todo lo profundo,
cuando las palabras ya dicen tan poco
y sólo quedan los gestos
y actitudes
y los signos y símbolos
que muestran realidades
más hondas;
aquellas que rozan
el río de la vida
que corre en el interior
de cada uno.

¡Ese misterio de libertad
y de confianza!
Ese sacramento del abandono.
Esa persona ante la cual
puedo llorar amargamente
en los momentos
de la angustia más cerrada,
en aquellos de dolor más agobiante
y sentir que las lágrimas
caen en él como en tierra arada.

Sin palabras, sin reproches, sin consejos,
aquel que me hace libre
porque respeta mi libertad;
aquel ante quien los miedos
se han esfumado
como por un mágico exorcismo.
Aquel en quien confío
y me ama y me acepta como soy.
Sin reproches,
pues la amistad,
como el amor,
se acepta o se rechaza;
no se interpreta.
Aquel ante quien puedo quedar
desnudo y vulnerable.
Aquel que puede conocerme
cuando el temor
de ser manipulado
ya se ha extinguido.

Es con quien puedo compartir
el gozo y la alegría
del tesoro encontrado.
Es quien puede comprender
a flor de piel esa alegría
y aceptarla como un don
y gozarse en ella
aunque en su corazón
la tristeza
haya establecido su morada.
Es el que siento
como de mi propia sangre
aunque la sangre nos separe.
Porque hay lazos más fuertes que la sangre.
Y puedo sentir su presencia cercana y fresca
aunque la distancia
que nos separe
sea infinita en el espacio.
Porque el Espíritu
está más allá
de todo espacio.

Un amigo
es un tesoro al revés:
no es algo que se posee
sino Alguien
a quién uno se entrega.

Es una roca en la tormenta
y rocío en el desierto.
Es firmeza en la debilidad
y ternura en la tempestad.
Calor en el invierno
y brisa en el verano.
Es fuego en la noche
y es una mano tendida
para recibir.
Aquel por quien se siente
necesidad de rezar
y con quien se puede orar.
Aquel con quien
la palabra compartir
puede significar
dejar de ser dos
para ser uno.
Con él se puede hablar
sin decir nada.

¡Qué difícil es decir Amigo!
Quizás
porque la única manera
de decirlo
es serlo.



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CALOR DE AMIGO

El calor de un amigo:
fuego de hogar
en que las brasas queman
y en el ardor serenan
al calentar
el alma que busca abrigo.

Es la risa compartida:
luz del cristal
que me ilumina la vida
cansada en sus travesías
de tanto andar
buscando su alegría.

Es la mano tendida
para rozar
los sentimientos puros
escalando los muros
y el alfeizar
que guarda su armonía.

Es el pecho cercano
que contendrá
el caudal de mis llantos
la ilusión de mis cantos
y abrigará
el glacial de mis manos.

Su presencia es alivio:
lluvia otoñal
que lava las heridas
que me ha abierto la vida
sin esperar
que suplique su auxilio.

Su palabra oportuna
conducirá
el caudal de mis ríos
hacia el puerto elegido
y amarrará
la nave ya segura.

Su mirada serena
de manantial
como fragancia nueva
que me envuelve recrea
fecundará
mis brotes de primavera.

El sol de su presencia
ilumina ya
un mar de amaneceres
volcán de atardeceres
que llorarán
la noche interminable de su ausencia.



EL BAR DE LOS RECUERDOS

¡Qué lindas las horas
en el bar de los recuerdos.
Revolviendo un café
con el azúcar de los sueños.

Sentir el gusto fuerte
de tus ojos,
casi eternos,
el sabor de la nostalgia
que besa un violonchelo.

Un rato de ternura,
un pedazo de vida
que se escapó del tiempo.
La densidad de las palabras tuyas,
la nostalgia y el encuentro.

La vida en el café
que juntos revolvemos.
La ciudad agitada,
la voz de su misterio.

El goce de las risas
El attimo fuggente,
el rostro iluminado
y un te quiero.

¡Qué bien poder decirlo!
Ya no importa cómo,
interesa comprenderlo.
Te quiero es estar vivo
más allá de las angustias que tenemos.

La liturgia del café
en el bar de los recuerdos.
Ojos que se brindan
y roban el momento.

Las ganas de estar juntos,
despedirse con un beso.
Un abrazo de amigos.
Estar vivo y comprenderlo.


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SE VISTEN DE COLOR LAS MARIPOSAS...

Se visten de color las mariposas
y mi jardín es fiesta en primavera,
la vida que a tu imagen se recrea
y tu mirada suspendida entre las rosas.

Una luz besa sus pétalos sutiles
y entre las gotas del rocío se desliza
un reflejo de tus ojos las hechiza
y te ofrecen el perfume que despiden.

Vuela la mariposa entre las lilas
y confunde con ellas su belleza,
son un canto encendido en tu pureza
que renueva tu gracia en mis pupilas.

Las amapolas rojas en el viento
dejan en el polen su ternura,
casi etéreas recuerdan tu figura
y se mecen al ritmo de tu aliento.

En un rincón del jardín, mis sentimientos,
vestidos de jacinto enamorado,
contemplan el huerto iluminado
por el sol que acaricia el firmamento.

Vuelan hacia Ti mis pensamientos
tejidos de esperanzas y de auroras
como el polen de aquellas amapolas
que alegran el prado de mi tiempo.

Y en las alas de las mariposas de colores
recorro los rincones de mi vida,
dejo entrar tu primavera en mis heridas
y percibo tu Amor entre sus flores.




ESTAR JUNTOS...

Estar juntos, tomar mate
suspendidos en el tiempo.
Sorber el ritmo de las palabras lentas,
gustar la presencia de ese alter ego,
quererse desde dentro.

Bombear desde el pozo de la hondura
el caudal de los secretos.
Dejar que brote cristalina y pura
la fuente incandescente del silencio.

Volverse ojos de ternura,
de compasión acrisolada,
incondicionales y serenos,
en la mirada en que el tiempo nos acuna.

Escuchar acogiendo,
guardar en el cofre del Amor
los dolores y las culpas,
las confesiones, las ansias,
las lágrimas, las dudas.

Ser el ámbito de la misericordia
simple y pura;
del amor sin condiciones,
de la gratuidad de cielo,
de la belleza que perdura.

Hilvanar una sonrisa en el aliento,
entretejer los sentimientos con dulzura,
recrear el paraíso del encuentro,
de la alegría que nos cura.

Amigo es como un lago de aguas limpias
que refleja en sus ojos mi figura,
que espeja una sonrisa cristalina
adornada de estrellas y de lunas.

Lago de aguas transparentes
que dejan ver el fondo de su hondura.
Auténtico tesoro de frescura
la profundidad azul que se me ofrece.

El transporte del amor eterno
en las cosas simples de la vida,
cuando un mate se vuelve sacramento
que la herida de estar solo cauteriza

Bebemos juntos el tiempo,
las confidencias, la vida.
Suspiramos la ilusión, el ideal, las utopías.
Tu reino que va llegando
y en los dos se concretiza.




POR EL AMIGO GRACIAS

Hoy quiero cantarte, mi Dios, agradecido
la alegría inmensa por haberme regalado
en la presencia fascinante del amigo amado
el rostro concreto del amor que has prometido.

En él me das la dulzura del tiempo compartido
y encuentro nuevamente el gozo ya olvidado
de la dicha inmensa de sentirme amado
con la amable ternura conque Tú has querido.

El es sabiduría, comprensión, pasión y afecto,
fuerza, contención y en todo caso,
la mano compartida y el abrazo cierto.

En él he descubierto el misterioso efecto
de la gracia de tu Espíritu en su paso
para indicarme, en el amor, el rumbo cierto.

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LOS ABEDULES Y LOS PINOS...

La inmensidad de los bosques infinitos
por abedules blancos y desnudos custodiados;
en el fondo verde oscuro de los abetos recostados
entrelazando sus ramas en un cielo de zafiro.

Una esbeltez privada de pasajeras alegrías,
adornada en el nácar níveo del invierno que se aleja.
Sus troncos elegantes que encarnan la nobleza
envueltos en el velo delicado que concluye el día.

Contrasta el verde profundo que, cercano,
envuelve protector su mundo frágil,
la corteza enrojecida de su piel de ángel,
la robustez frondosa de un amor arcano.

Casi nupciales, erguidos, esenciales y delgados,
sus finas ramas esperando las yemas de la vida,
los brotes del amor que en la savia hierven y palpitan
e irrumpirán como la ofrenda de un enamorado.

Celebrará el sol las bodas en el bosque del encanto,
bendecirá con su luz la nieve que se funde con el lago,
el hielo se hará río y el río torrente ilusionado
y la raíz del bosque beberá de un sol vuelto arroyo enamorado.

El sol que se resiste a dormirse con el beso
de un horizonte ruborizado en nubes de cariño,
las aves que se despiden volando a su destino
y el bosque en que se besan los abedules y los pinos.

Es casi de noche y el verde se unifica en las sombras con el blanco;
abedules y pinos se confunden en el roce de sus manos;
se tocan con sus dedos, se acarician en el viento serenado,
se fecundan en el aire de un encuentro perfumado.

Se dormirán juntos y la luna, en rocío penetrando,
impregnará de inocencia la magia de sus cuerpos abrazados;
los teñirá de plata, los vestirá de seda con su paso,
consagrará la unión de los que, juntos, la vida se han donado.

Una tarde de primavera rusa que se esconde
en el silencio de las praderas desoladas,
el cielo recostado en las cúpulas doradas
de un monasterio solitario y de sus monjes.

Y yo devano mi vida en un viaje hacia mi mismo,
hacia la promesa que me hiciste aquella noche;
contemplo el sol, que en su fuego se funde con el bosque,
y en el tren de las promesas, hacia tu encuentro, me deslizo.




DECIR ADIÓS ES SENTIR EN UN INSTANTE...

Decir adiós es sentir en un instante
que se desgaja una parte de mí mismo,
que se hace un hueco en el fondo del abismo
que esconde los sentimientos importantes.

Es alejarse en la barca de la vida
y navegar mar adentro en mi destino,
construir senderos donde no hay camino
y realizar en el Amor las profecías.

Es dejar atrás una vez más seres queridos:
la familia y los amigos que encontraste
y arrojar los claveles recogidos

en alta mar y en aguas cautivantes
y mirar el horizonte consumido
por el deseo de avanzar hacia levante.

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LA TARDE TIENE GUSTO A DESPEDIDA...

La tarde tiene gusto a despedida,
el sabor amargo del almendro,
del vacío que dejan los encuentros
devorados por el ritmo de la vida.

Se concentran en el sol que languidece,
las horas de la dicha compartida,
las alegrías y tristezas ya vividas
en el cofre en que su esencia permanece.

Se hace más patente el camino recorrido
con la perspectiva que deja la distancia,
el calor de los amigos, su fragancia
y el perfume en el huerto florecido.

Hay que pagar a la vida nuevamente
el precio singular de haber amado
en el sufrimiento que se queda acurrucado
en un rincón del corazón doliente.

Pues la decisión de amar es la desdicha
de deber quedarse solo nuevamente,
de saber que todo pasa ciertamente
y que separarse forma parte de la dicha.

Alegría del presente y tristeza del mañana.
¡Oh Amor que formas parte de mi vida!
¡Oh dolencia que matando vivificas
y purificas en la gracia que derramas!

Peregrinar de despedidas y de encuentros.
¡Oh flor que deshojándose me vistes
de soledad esencial porque le diste
tu perfume otoñal al dulce almendro!

Decir adiós, saborear la despedida
es condensar la esencia de mi tiempo
es hilvanar en mi manto los momentos
que constituyen las fibras de mi vida.

Es recordar mi ser de caminante,
la consistencia peregrina de mis días,
es liberar el corazón para que cante
por el camino su suave melodía.

Es soltar el ancla y mirar hacia delante
de cara al horizonte zarpar hacia la vida,
bendecir el puerto, insinuar una sonrisa,
regar con una lágrima las flores que plantaste.

Emprender nuevamente del Amor la travesía
sintiendo que el dolor de lo dejado
no se compara al valor de haber amado
ni a los recuerdos que tejen mi alegría.

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TE FUISTE EN UN SUSPIRO...

Te fuiste en un suspiro,
sin tiempo para abrazos,
sin adiós, sin despedida.

Te fuiste en una noche,
en una sombra que se cambió en día,
en un instante sutil que abrió la vida.

Pude decirte tantas cosas,
abrir mis silencios, mi sonrisa,
derramar el tiempo juntos, la alegría.

Ya no podré ver al sol tus ojos buenos,
escuchar tus palabras, tu misterio,
saborear en una charla tus recuerdos.

Tendrán un gusto nuevo las fotos,
los momentos juntos en la memoria herida,
los mates compartidos, la avenida.

La nostalgia del cielo transformó tus días,
te empujó a la aventura de donar la vida,
de ser pan del misterio y volverte Eucaristía.

Ya no apretaré tus manos tibias.
te ofreceré mi recuerdo, la memoria viva
y regaré con lágrimas los brotes en la viña,
la que plantó la amistad y cultivó la vida.

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R.

Un bosque de sombra y de misterio
un arcón tan profundo como el tiempo
un corazón ignoto en cautiverio
quiere ser rescatado del invierno.

Taciturno, en las sombras se cobija,
tras la frescura verde de un abeto
y reposa en la penumbra del secreto
la calidez de la plegaria que inhabita.

La timidez del trébol lo tapiza
desde su hondura me observa solitario
y hay un fuego encendido y milenario
que arde y es el ritmo de su vida.

Es un bosque en búsqueda incesante
que de magnolia perfuma su sonrisa
y del amor la llaga cauteriza
en el sendero que me abre su semblante.

A veces el cansancio lo detiene
y el viento retacea su caricia
se opacan el horizonte y la sonrisa
mientras los ojos saborean la intemperie.

Un bosque que en su hondura permanece
inexplorado y virgen del encuentro
por el sendero camino muy adentro
sobre mi piel la frescura que me ofrece.

Me penetra su penumbra y estremece
nostálgica la sombra que me envuelve
y el sendero es maravilla que se pierde
en la hoguera de un calor que me enternece.

Es un bosque mi amigo tan amado
un santuario del misterio que descubro
el tabernáculo del cosmos en que escucho
la música de un cielo transformado.

Una música suena sosegada
es su alma que, vuelta melodía,
una vez más derrama la armonía
del clamor silencioso de su calma.

Entra un rayo de sol y la plegaria
exorciza la sombra y el misterio
libera en el Amor su cautiverio
que se vuelve en sus ojos luminaria.

Aquel Amor que exorciza soledades
y arranca del abismo hacia el encuentro
el único que colma el sentimiento
cuando inunda el interior de claridades.