SANTA TRINIDAD, SANTA ARMONÍA... Santa Trinidad, santa armonía esencia unificada de las cosas, alma de mi alma, perfume de las rosas, fuente inagotable de alegría. Dios Padre que en Amor al Hijo engendras. Hijo dilecto que recibes de Él la vida. Espíritu de ambos que se espira en el acto amoroso que lo engendra. Una gloria, un Amor, una alabanza, una esencia divina compartida. Tres personas divinas, su energía regalándole al mundo la esperanza. Un Padre que todo lo contiene del que surge el Amor, la luz, la Vida, al que todo se dirige sin medida: creador, poderoso y providente. Un Hijo que su rostro fiel refleja, impronta de su ser y su sustancia, resplandor de su gloria y de su gracia, Amor vuelto obediencia que se entrega. Un Espíritu de ambos espirado, Amor vivificante que te donas, torrente de ambos que enamoras, fuego que me mantiene ilusionado. Padre maternal que el mundo creas a imagen de tu Hijo tan amado, infundes tu Espíritu y somos renovados cuando sobre las aguas del caos aletea. Hijo que obediente al mundo diste tu sangre en el río de la Pascua. Cordero redentor, liberador que salvas de la muerte y del pecado que venciste. Espíritu Santo de Amor vivificado que surges del corazón del Hijo ungido, eres el alma de la Iglesia y del hombre redimido y llevas a plenitud la obra del Amado. Trinidad Santa de Amor en que vivimos, peregrinos del Amor tus siervos somos, adoradores de Verdad sin ver tu rostro en ti creemos, nos movemos y existimos. Infinita es la distancia en que te pienso, infinito el Amor con que me amas, infinita la dulzura que derramas en el corazón que busca tu misterio. No quiero comprenderte, sería en vano, quiero sólo adorarte en el misterio, ser alabanza de tu gloria, cautiverio del Amor que me aprisiona soberano. A Ti la gloria, padre sin origen, sea gloria al Hijo tan amado, al Espíritu de ambos espirado mi alabanza a tres Señores se dirige.
¿QUIÉN ERES TU SENOR, Y QUIEN SOY YO? Tu: resplandor infinito de lo eterno. Yo: inmensa soledad en un Desierto. Tú: hacedor de los soles y los vientos. Yo: constructor de utopías y de sueños. Tú: el Amor más sublime y duradero. Yo: la promesa que vuela hacia tu encuentro. Tú: el origen de todo lo que veo y yo un átomo fugaz del Universo. Tú eres sublime posesión de lo perfecto, yo la vaga realidad de un ser inquieto. Tú eres belleza, sumo Bien, paz y consuelo, yo soy boceto de un artista y tu proyecto.
CUANDO CALLAN LAS PALABRAS Cuando callan las palabras queda sólo la sensación de tu presencia pura. Cuando se desvanecen las figuras queda esa suave claridad que invade el alma. Cuando se aquietan las ideas revoltosas queda el vacío de tu silencio pleno, la serenidad de presentirse lleno de tu presencia trascendente y luminosa. Cuando la fe lo invade todo y es entrega en la firme ternura de tus brazos, cuando en lo profundo del ser es el ocaso de las pasiones y el tumulto que se aquieta. Cuando los sentidos se encienden en la hoguera que no quema, cuando sin consumirme me pierdo entre las llamas de tu esencia, quedaron ya tan lejos las arideces de tu ausencia y solamente Tú lo llenas todo transformado en Amor y vida plena.
MIL NOMBRES, MI DIOS Tu nombre es majestad, ardor, grandeza, calma y tempestad, tornado y brisa, del cielo el esplendor, del sol sonrisa, de la luna el candor, del mar pureza. Tu nombre es sorprendente, Amor eterno; eres fuego voraz, calor y abrigo, llovizna matinal, frío y estío, palabra paternal, seno materno. Belleza sin igual, bondad, ternura, de las nubes su paz y el trueno santo, del rayo su fulgor, la paz y el canto de las gaviotas que acarician tu bravura. Eres paciencia, ímpetu y misterio; profundidad, abismo y mansedumbre, el valle silencioso y esa cumbre que no se puede escalar desde este suelo. Eres la calma serena de la noche oscura, el tintinear juguetón de las estrellas, la danza de las olas, la centella y en las playas, por la tarde, la frescura. Tu voz más dulce que el canto de las aves, tu corazón, el pálpito del tiempo, tus ojos el hechizo del encuentro que estremece en tu mirada suave. Tus manos son creadoras y se brindan a la inmensidad del espacio que contiene las huellas de tus pasos y sostienes con tu providencia derramando vida. Tu nombre es sumo bien, luz y sustento, consuelo y compasión, apoyo, afecto ternura y comprensión, solaz, desierto, marea de bondad, abrazo, encuentro. Mil nombres no me alcanzan, Innombrable, mis ojos no contienen tu hermosura ni mi pecho abraza tu ternura, eres más de lo que puedo imaginarme. Te dejo ser Dios, mi Dios, mi Todo; no quiero aprisionarte en un concepto, serás siempre el más allá, el Otro eterno y yo el canto y la voz que en Ti reposo.
EN TUS OJOS En tus ojos, del Padre la misericordia brilla Y desde ellos se derrama el bálsamo de amor que me acaricia. Es en tu mirada que encuentro el río de la paz que me inhabita y el fuego que desde la eternidad es el Amor que en mi palpita. Ojos que reflejan el Amor originante que origina en el flujo omnipotentemente amante de su vida al Hijo que me abraza en el ardor de su Espíritu y me invita a donarme sin medida a la fuente en la que el Amor habita.
SOBRE LAS ALAS DE UN ÁNGEL MENSAJERO... Sobre las alas de un ángel mensajero, al son de las trompetas en el cielo, volaba hacia tu encuentro entre los versos y el canto que las liras te ofrecieron. Tu Amor de Padre que lo llena todo inundaba mi espacio y pensamiento, aferró con su mano el sentimiento y tu cariño me llenó del todo. Me alzaste a tu mejilla como padre a su pequeño, pronunciaba tu nombre balbuciendo como un niño de pecho que perdiendo los miedos en la noche se entregaba a tu misterio. Tu faz solemne me llenó de risas y el gozo lo fue todo y el todo mi alegría. Tu rostro fue la luz que enciende la armonía y el pecho se abrió en canto de rebosante dicha. La risa se hizo un coro que a tu calor se unía tu Espíritu invadía los cuerpos y clamaba Abba, papá, papito, garabashú, shiribí, jubaba, y en Ti gozaba el alma cuando el corazón ardía. Te revelaste Padre tierno y juguetón primero y tus manos tiernas que acarician poderosas pacificaron las ansias y alzándome amorosas me apretaron en lo hondo de tu pecho. Allí me dormí en tu Amor pacificado seguro descansaba confiado entre tus brazos, tu aliento me acunaba y el arrorró del canto de un ángel melodía se posó en tus labios.
FRENTE AL HIJO Frente al Hijo como amante enamorado, Ante el Padre como hijo agradecido, En su Espíritu de Amor compenetrado, En al Santa Trinidad entretejido. El Espíritu de ambos compartido El Amor generante y generado, El Amor vinculante y expirado Por el Padre y el Hijo tan querido. Ante el Padre en Amor transfigurado, Por el Hijo rescatado y redimido, En el Espíritu de ambos transformado En la esencia divina sumergido. Soy el eco que su gloria ha suscitado Para adorarlo en su esencia confundido.
TU PALABRA ES EXISTENCIA... Tu Palabra es existencia del mundo y su maravilla hablas y en el cielo brilla la chispa de la conciencia. Tus dedos tocan el arpa de la música callada que ejecuta enamorada la creación que se levanta. Despliegas en el espacio que has creado en tu presencia tu Amor y magnificencia a la hora de crearlo. Al Ser Tú puedes llamarlo desde la nada absoluta en tu Espíritu que escruta el misterio al penetrarlo. Eres Padre providente que en tu cuidado amoroso nos das trabajo y reposo protegiendo al inocente. Pues salimos de tus manos a imagen de tu bondad somos luz de eternidad cuando a Ti nos entregamos. Si en tu verdad caminamos brilla con su claridad la luz de tu majestad del Reino que contemplamos. Danos un corazón puro para poder conocerte para que podamos verte transparentado en el mundo. Un corazón puro y simple acunado en tu clemencia transido de una inocencia recuperada y humilde. Un corazón que te alabe en todas las circunstancias que te sirva con constancia y que amándote te agrade. Que viva de tu presencia y enamorado te cante que en el alba se levante cantando tu trascendencia. Un corazón que contemple tu paso por nuestra vida lleno de amor y alegría que pueda reconocerte. Un corazón trinitario para que viva de Amor que se consume en tu honor y es de tu templo el sagrario. Transfigurado en el tiempo chispa de la eternidad refugio de la verdad y santuario en que te encuentro. Aquel refugio interior que en tu presencia se goza en que escondido reposa el Espíritu de Amor.
MONTAÑA DE DIOS Y DEL ENCUENTRO Montaña de Dios y del encuentro de la que brota un manantial de Vida, altura inigualable, eres la cima de la que el Amor se derrama y es sustento. Árbol de la cruz y de la Vida del maná que tengo en alimento, tu copa se extiende al universo y tus raíces clavadas en la tierra mía. Templo de Dios, casa del Padre, refugio y fortaleza de mis días, santuario de la paz y la alegría, morada del Amor que me creaste. Refugio, salvación y fortaleza, abrigo, obediencia y el misterio, meta, camino y cautiverio, casa de Dios, Verdad y fuente de grandeza. Padre, Hijo y Espíritu divino, origen, obediencia, amor primero eres fuente, caudal, río de fuego, eres meta, camino y peregrino. Eres el impulso queme tiene vivo y el camino de la senda cierta. Eres el santuario de la puerta abierta hacia quien se dirige mi destino. Eres el abrazo acogedor que espera y la fuerza que me mueve hacia tu encuentro. Eres la mano que me guía si me pierdo y de mis días el alfa y la omega. Eres Amor de Padre, Madre, Hermano. Eres amigo y compañero de camino. Eres esposo, amante y peregrino. Eres Señor del universo y soberano. Si te pienso me siento anonadado al contemplar tu esencia y tu misterio. Superas mi conciencia y soy destierro que al mirarte se siente cautivado. Estás más allá de lo que vivo y lo que siento, de lo que intuyo y percibo encandilado, de la luz que me tiene enamorado y del misterio en que se consuma el tiempo. Y sin embargo el polvo de la estrella que sembraste en el barro de la tierra clama de amor por la luz que lo alimenta y en la noche del cielo te contempla. Me vuelvo polvo de un anhelo insatisfecho y deseo del Amor que me supera, nostalgia del infinito y de la meta del peregrino que escondes en mi pecho.
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