Home
|
| | |
DOMINGO DE RAMOS Aclamaciones, cantos, ramos, palmas, el fuego del Amor y el torbellino, el Mesías concluye su camino y entrega su vida por las almas. La puerta que se abre, las murallas la multitud que aclama al Rey inerme la potencia que brota del pesebre y el cielo majestuoso que se calla. Un asno pacifista, un manto rojo unos ojos que penetran el arcano, un tulipán de sangre entre sus manos y la potencia que yace en su despojo. La entrega de un Amor sin condiciones la cruz de la tortura y el desierto las fauces del mundo de los muertos que devoraron la esperanza de los hombres. Una mirada de Amor sobre la historia una llama que enciende el leño seco la linfa de la vida en el misterio y un corazón que da misericordia. Adán y Eva por fin reconciliados en las raíces del árbol de la vida una cruz que se vuelve eucaristía y los ojos por fin enamorados. Oh cruz que eres raíz de un do nuevo tu reconcilias las contradicciones la tiranía de la muerte y las pasiones que transforman al hombre en carcelero. Oh árbol de la vida que se entrega en la mirada de amor del hombre nuevo eres la fuente de la vida en la que bebo la que transforma mi desierto en primavera.
PALMAS Palmas, aclamaciones, multitudes sobre un asno el misterio del Cordero, triunfal se dirige al matadero y en el misterio lo aclaman los laúdes. El cielo lo proclama y victorioso atraviesa las murallas de la muerte que se hunde en su abismo para siempre porque el Amor la ha vencido y es esposo. Las palmas y a tus pies los corazones, el clamor del salvador que prometido deshace el tiempo de la espera y mal herido recoge en su camino incomprensiones. Quiero ofrecerte en mis ramos el deseo de tu Reino que se muestra en la victoria del Amor anticipo de la gloria revelada en Aquel que yo más quiero.
|
|
|
PASCUA Te aclaman y sin embargo no comprenden el camino de la cruz que haz elegido no soportan un Mesías mal herido torturado y despreciado de la gente. Es tan distinto el triunfo que trajiste tan distante, en el Amor, tu pensamiento que se siente frustrado el sentimiento y el pueblo te abandona y te maldice. Maldición de la cruz que en la arrogancia del hombre vuelto dueño de la historia desespera del Amor y su victoria y te entrega a la muerte en su ignorancia. Una muerte marcada en tu destino, la encarnación de tu lucha y de la entrega la prueba del Amor que nos espera el paso inexorable en el camino. Muerte que libera la potencia del Amor encarnado en nuestra historia muerte destronada en la victoria de la Pascua que recrea la existencia.
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
| |
| | |
| VISITACIÓN Por las colinas del mundo va un arca de Alianza Nueva porque el tiempo de la espera se ha demostrado fecundo. Es María que va encinta a una ciudad de Judea y lleva la primavera a la madre del Bautista. Concibe la tierra estéril se alegra el páramo en fiesta porque el rocío refresca la aridez que vuelve fértil. Salta de gozo el profeta el precursor del Cordero y alaba al Dios verdadero que ha inhabitado su tienda. Porque acampó entre nosotros la luz que origina el mundo e ilumina en lo profundo de un corazón generoso. ¡Bendita la que ha creído! Canta Isabel exaltada y bendita la morada del Salvador concebido. Pues se cumplen las promesas de Dios que es fiel y que escucha el clamor de los que luchan confiados en su realeza. Baila Juan en su alegría como David frente al Arca lleno de Espíritu en danza cumplidas las profecías. La novedad ha llegado en el centro de la historia a iluminar la memoria del Mesías anunciado. Unge el Espíritu Santo la alabanza de María que le canta agradecida al que la cubre en su manto. Pentecostés de alabanza Isabel, Juan y María por Jesús que es la alegría y razón de su esperanza.
ASCENSIÓN Oh luz que iluminaste desde el sepulcro el centro de la historia y en ella transformaste del hombre la memoria volviéndola anticipo de tu gloria. Tú que transfiguraste del hombre sus sentidos y en ellos lo colmaste en bodas de buen vino del sabor que gusta lo divino. El mundo recorrías andando por las calles, los pueblos, las aldeas, los bosques y los valles e iluminaba tu Palabra sus bondades. Tú sanabas la muerte allí donde el pecado al hombre atormentado enfermo y prisionero tenía encadenado. Porque eres luz y vida la vida que ilumina fuertemente descubres de tu fuente la gracia y la energía que el hombre desahuciado te pedía. Tu toque matutino la caricia de tus besos en la aurora el sol que la enamora y muestra su camino a aquel que peregrina su destino. Pasaste por el mundo iluminando abriéndole los ojos y al ciego en sus despojos que suplicaba a gritos ser sanado dejaste transformado. Paralítico, el hombre peregrino, tullido, encadenado, en su dolor absurdo está postrado y es tu rayo divino el que tocándolo incinera su pecado. Al sol ya se levanta se siente redimido del desamor y el egoísmo arrepentido y en sus ojos te canta un himno de alabanza agradecido. Alumbras la Palabra y en ella resplandece tu figura irradia tu hermosura que al cielo se levanta como perfume maternal en su frescura. Ungüento y profecía el óleo perfumado que consagra al alma tu Palabra genera a nueva vida, es alimento, bálsamo y bebida. La mente iluminada descubre su misterio supera el cautiverio y busca su morada en el templo que tu pecho le mostraba. Con ansias te buscaba y el mundo recorría pues la sabiduría que el cielo le entregaba en tu bodega sólo la encontraba. Hoy vuelves a tu cielo al sol del que la vida se derrama dejando al mundo entero radiante en la esperanza de alcanzar algún día tu morada. Un pueblo misionero al mundo te proclama, esencia soberana de vida y de misterio en que la gracia del cielo se derrama. Te elevas sobre el monte, tu faz transfigurada tu túnica en un cielo transformada. Se enciende el horizonte en la luz del mundo entronizada. La Iglesia te responde concibiendo en su vientre la esperanza y pueblo en alabanza proclama sobre el monte la aurora que en el mundo se levanta. Al mundo ha sido enviado el pueblo que en la luz ha renacido mensajeros alados apóstoles henchidos en el viento del cielo prometido. De lo alto renacidos del agua y del Espíritu donado del mundo rescatados, en sangre redimidos y en la fuerza de lo alto sumergidos. En fuego bautizados en la hoguera de un Amor desconocido de Espíritu inflamados en luz transfigurados en su Amor liberador constituidos. Potencia de anuncio y de victoria conserva la memoria de tu Alianza serena que rompe las cadenas y proclama la paz para la historia. Prometes el envío del defensor seguro del Amor primordial que vence al mundo del fuego concebido en el seno del Padre al que te has ido.
DESCENDIÓ A LOS INFIERNOS Hoy desciendes al infierno de mi alma al lugar de la tiniebla y de la muerte en el abismo de mi ser que anhela verte y al mar atormentado llevas calma. Hoy la profundidad de la muerte se ilumina y una chispa de ilusión brilla en su cielo las lágrimas, la noche y el consuelo que irrumpe en lo profundo de mi vida. Desciendes y me iberas del abismo en el que Adán y Eva sucumbían en el que dicha y paz languidecían en la existencia sin vida sumergidos. Hoy desciendes al mundo de los muertos de los que muertos caminamos por la vida de los que esperan todavía tu venida y peregrinan aún en el desierto. Y es tu presencia salvadora que ilumina la noche en el abismo de los tiempos la tiniebla atroz en el lamento de aquellos que esperan tu venida. Porque irrumpe la luz en el infierno en el rayo del Amor que lo destruye en el soplo espiritual que reconstruye la vida desde el mundo de los muertos. Es el Amor que vence sumergido y encarnado en la esencia de la historia es el Amor que se levanta en la victoria del corazón del hombre redimido. Porque en tu misericordia infinita has decidido sumergirte en el abismo de un encuentro en tu Alianza destruyes el infierno del hombre en soledad que se ha perdido. Tu descenso es salvación que se consuma matrimonio espiritual de Amor eterno el beso de Dios en el averno la esperanza que ha vencido la penumbra.
CANTA EL ALBA TU GRANDEZA Canta el alba tu grandeza tu perfección y tu gloria canta el cielo tu memoria y las flores tu belleza. Los pájaros que despiertan me ofrecen la maravilla de la vida en la que brilla la mañana que se alegra. Domina el sol mi horizonte y se levanta imponente cabalgando desde Oriente cuando la noche se esconde. Todo inflama en su belleza en el fuego de su Amor fecundando de color y luz la naturaleza. Es un ritmo de Alabanza tan cósmica y matutina que en su música reanima un deseo de esperanza. Despertar para la vida que una vez más me congrega ser viento en tu primavera y soplo de tu alegría. Canto del mundo entregado e ilusión de un cielo nuevo plegaria de amor sincero en el camino encontrado.
| |
|